viernes, 13 de mayo de 2011

Por la Sierra de Salinas

Esta semana paseo en BTT un poco mas duro de lo habitual por la Sierra de Salinas, con un desnivel total acumulado de 1.172 metros, saliendo a 460 metros y llegando hasta los 923 metros.

La excursión tiene tres partes muy claras. La primera, de unos 14 kilómetros, transcurre por la A-2208 hasta Salinas de Hoz. El camino es una constante subida, ligera, con muy pocos tramos llanos.


Al llegar a Salinas admiramos su estampa agreste, abigarrada en lo alto de una colina, y decidimos trepar hasta su iglesia para desde allí ver todo el paisaje. Salinas de Hoz, que como su nombre indica, pertenece al municipio de Hoz y en cuya parte baja debió haber hace siglos unas salinas como las que todavía existen en la cercana Naval, hoy es un pueblo casi abandonado al pie de una carretera apenas transitada.


Desde lo alto, junto a la iglesia, se observa perfectamente la vecina villa de Naval donde pretendemos ir, si bien dando un rodeo por Suelves. Y al fondo, entre la bruma, apenas dibujada, nos mira la Peña Montañesa.


En la segunda parte de la excursión de unos 15 kilómetros, iremos de Salinas de Hoz a Naval cruzando la Sierra de Salinas por pistas forestales hasta Suelves y de allí bajaremos a Naval por un camino de tierra. Al inicio, una empinada rampa con gravilla fuerza a echar pie a tierra, pero poco a poco ganamos altura y llegamos hasta la cresta de la sierra, donde una pista paralela a un cortafuegos nos conducirá al otro lado. Tras alcanzar los 923 metros, nuestra máxima altura del día, empieza una a veces abrupta bajada entre bosques de repoblación.



Suelves se nos muestra poco a poco, desentrañando en su pequeña geografía la locura de un siglo XX y los sueños de riqueza que tantos monstruos ha producido. Entramos a este pueblo de población dispersa pasando junto a Casa Lascorz, caída y fantasmal, como ajena a su presente, emergiendo entre plantaciones de encinas truferas. Nos es imposible acercarnos más ya que el camino ha sido cortado por esta nueva –cuántas van ya!!- fiebre del hongo de oro negro.


Seguimos por el camino y al poco entramos en el barrio de Broto, donde de la enorme casa que dio nombre al barrio no quedan más que unos tristes muros.



Cuando unos belgas compraron este pueblo a finales de los años 60, pensaron en hacer varios hoteles de 5 y 4 estrellas, campos de Golf, un camping, etc… incluso un pequeño aeropuerto. De aquella TERRA MITICA de los 70 quedan hoy como testigos de la locura los restos desvencijados de un camping con sus piscinas y unos bungalows plantados entre la maleza del monte.



Tomamos el camino que nos llevará a Naval por una buena pista de tierra, dejamos a nuestra izquierda los restos del Barrio de la Iglesia, de donde los Marqueses de Suelves son originarios y tuvieron hasta un palacio aunque hoy cueste imaginarlo.



Llegamos finalmente a Naval, reposamos y reponemos fuerzas, ya menguadas en este punto. Esta villa, hoy venida a mucho menos, fue en el pasado importante nudo de comunicaciones entre el Sobrabe y la tierra baja, famosa por su cerámica y sus salinas, de la que sobreviven unos viejos Alfolíes –almacenes de Sal- del siglo XII. Vemos los muros de su vieja Colegiata y reemprendemos la vuelta a Salas Bajas por la A-2208, nos esperan 19 kilómetros de los que los seis primeros son de constante subida.





Excursión perfecta para una cálida mañana de primavera. Si bien la mayor parte es por carretera -la A-2208-, tiene esta muy poco tráfico y permite observar un paisaje de media montaña muy bonito.



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