lunes, 28 de marzo de 2011

Por la Sierra de La Candelera

Ruta: Salas Bajas-SalasAltas-Santuario de Dulcis-Buera-Ermita de La Candelera-Salas Bajas.
Dificultad: Media.
Duración: 2,30 horas.

Estamos a finales de Marzo, primeros días de la primavera, hace una mañana soleada y cálida, ideal para salir en bicicleta.

En la excursión de hoy por la Sierra de La Candelera vamos a poder observar todo el Somontano, desde la parte más llana por el sur hasta la más montaraz del Parque de la Sierra de Guara.

Desde Salas Bajas nos dirigimos a Salas Altas por una carretera nueva, en una leve subida. Al fondo se alza la barrera geográfica que deberemos saltar por dos veces hoy, una a la ida y otra a la vuelta.


En Salas Altas la subida aumenta y se convierte en un verdadero puerto hasta lograr coronar la Sierra. Son más de cien metros de desnivel los que hay que superar, conforme vamos ganando altura la vista se extiende más lejos, y el Somontano aparece como una alfombra verde y marrón tendida al sol.

A nuestra derecha vemos Hoz de Barbastro y al fondo la Sierra de La Carrodilla

Debajo va quedando Salas Altas, la ermita de El Plano y al fondo, no se ve, pasa hundido el río Vero.


Una vez llegados arriba, pedaleamos por un camino llano, entre bosques y campos de cultivo, abriéndose ante nuestros ojos progresivamente la visión de la otra cara de la Sierra.


Alquézar con la Sierra de Sevil al fondo


El camino empieza a descender hacia el Santuario de Dulcis, que se aparece con los pueblos de Colungo y Asque al fondo. Aunque no se aprecia, entre Dulcis y Colungo hay un profundo barranco, el de Ramillar, y entre Colungo y Asque otro aún más profundo como bien saben los barranquistas.


Decido alcorzar por una senda que conozco de otras veces, y que deja el camino marcado pero que me ahorra varios kilómetros.

El Santuario de Dulcis es uno de los lugares más mágicos del Somontano. Desde un mirador, junto a unos enormes robles se ve todo el valle que ha horadado el río Vero.

Y por fin, llegamos a Dulcis. Desde aquí la felicitación al Ayuntamiento por lo bien cuidado que tiene todo el entorno, el sitio ideal para ir a pasar una jornada campestre, y que a pesar de la mucha gente que lo visita está impecablemente limpio y cuidado.




El Bosque de Los Olivos también merece una pequeña visita.


Después de tan bonita parada volvemos al camino, ahora pedaleamos hacia Buera que dista unos dos kilómetros del Santuario, atravesando verdes campos de girasol.

Buera, un pequeño pueblo del Somontano en la Sierra de Guara es una pequeña joya poco conocida -le perjudica que está demasiado cerca de Alquezar-, y al que dedicaré otro día una entrada. Muy recomendable su visita.


Salimos por el tejar de Buera en dirección a La Candelera. La subida aquí es muy fuerte durante el primer kilómetro y medio, hemos bajado mucho y ahora hay que subirlo de nuevo.


Una vez por la cima de la Sierra el camino de regreso vuelve a ser maravilloso. Pasamos por debajo de esta enorme encina que casi como un abrigo natural protege en este caso al ciclista.


Y finalmente llegamos a La Candelera, última parada de nuestro pedalear por estos caminos


Desde esta atalaya natural se divisa casi todo el sur de la Comarca del Somontano hasta su confín en Los Monegros. En la foto vemos Salas Altas en primer plano y un poco más allá Salas Bajas, donde terminamos hoy la etapa. Desde aquí ya todo lo que queda es bajada, o sea que por hoy pedalear se ha terminado.

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